Riego
EL AGUA COMO RECURSO NATURAL
Introducción
El cambio climático agravará los riesgos actuales, sobre todo en las zonas que ya sufren escasez de agua. El conocimiento de las estrategias de adaptación anteriores y de los riesgos asociados puede ayudar a crear sistemas eficaces de gestión del agua destinados tanto al sector urbano como al agrícola.
Descripción
El estrés hídrico -situación en la que no hay agua de calidad suficiente para satisfacer la demanda de las personas y el medio ambiente- es ya una realidad en muchas partes de Europa. Las sequías y la escasez de agua ya no son fenómenos raros o extremos en Europa, y cerca del 20% de su territorio y el 30% de los europeos se ven afectados por el estrés hídrico durante un año medio, según el informe de la AEMA. Se prevé que el cambio climático agrave el problema. En esas zonas, la agricultura, el abastecimiento público de agua y el turismo ejercen las principales presiones sobre la disponibilidad de agua, con picos estacionales significativos en verano. En general, las ciudades europeas tienen que reforzar la resistencia de sus ecosistemas y utilizar el agua de forma más eficiente para minimizar los efectos del estrés hídrico sobre las personas y el medio ambiente. Existen políticas y normativas a escala europea y las ciudades aplican cada vez más planes de adaptación, pero es necesario mejorar su eficacia.
Una forma de gestionar el problema es aplicar prácticas de riego inteligentes por parte de los ciudadanos:
- Cubrir el jardín con mantillo: el mantillo puede retener hasta un 70% más de agua en el suelo
- Utilizar sistemas de riego por goteo en lugar de aspersores.
- Cuidado con utilizar los recortes verdes del césped. Mejor ponerlos en la pila de compost y dejar que se descompongan
- No abuses de los aspersores cuando haga calor. El césped sólo necesita realmente ser regado una vez a la semana y es mejor hacerlo por la mañana, cuando la evaporación es menor.
- Recoge el agua de lluvia