Descripción

Las soluciones de movilidad inteligente tienen el potencial de transformar tanto el transporte individual como el público. Para quienes optan por conducir, las soluciones inteligentes pueden ayudar con la navegación, el aparcamiento y proporcionar información sobre el tráfico en tiempo real. Con el desarrollo de sensores y otras aplicaciones inteligentes, los coches autoconducidos se están convirtiendo en una realidad. Estos avances también significan que las ciudades pueden tener acceso a más y mejores datos sobre los patrones de tráfico y sus efectos en el medio ambiente, lo que les permite dar prioridad a las opciones de movilidad más sostenibles y conducir a una gestión más eficiente del tráfico

En cuanto al transporte público, las soluciones inteligentes pueden mejorar la experiencia del viaje gracias a la información en tiempo real y a la comunicación con los ciudadanos para desarrollar servicios orientados a la demanda. Además, la movilidad inteligente puede permitir el uso del coche privado para fines comunitarios, en consonancia con los principios de la economía colaborativa. En Estocolmo, por ejemplo, se implantó un sistema de uso compartido de coches eléctricos para reducir el número de plazas de aparcamiento en zonas residenciales y promover opciones de transporte sostenible. En Tesalónica, se ha desarrollado la aplicación C-MobILE para promover una conducción respetuosa con el medio ambiente y mejorar la seguridad vial y la eficiencia del tráfico a través de funciones como avisos de obras y peligros en la carretera, avisos de velocidad óptima con luz verde y avisos de vehículos de emergencia. En general, las soluciones de movilidad inteligente pueden mejorar considerablemente la movilidad urbana y crear ciudades más habitables y sostenibles.