Descripción

Aproximadamente el 11% de la población europea y el 17% del territorio de la UE se ven afectados por la escasez de agua. La situación es peor en las zonas mediterráneas, donde el estrés hídrico puede ser extremo. Por ello, es necesaria una gestión eficaz de los recursos hídricos centrada en el tratamiento de las aguas residuales. Dado que solo una ínfima parte del agua es apta para el consumo y el riego, la reutilización del agua es el elemento clave de la economía circular. No solo tiene notables beneficios medioambientales, sino también sociales y económicos.

Hoy en día, la reutilización de aguas residuales tratadas es una verdadera fuente alternativa de abastecimiento de agua. Además, la reutilización del agua puede tener menores costes de inversión y demanda energética en comparación con otras soluciones alternativas como la desalinización o el trasvase de agua.

La UE fomenta el uso de tecnologías seguras y eficientes de reutilización del agua, ofrece orientación y apoyo financiero y establece los requisitos mínimos para aumentar la rentabilidad, crear empleo y desarrollar tecnologías innovadoras que permitan explotar al máximo el potencial de reutilización del agua.

La reutilización del agua requiere a veces un tratamiento mínimo o nulo. Contribuye a la seguridad del abastecimiento de agua y a la lucha contra la escasez, la sequía y el estrés hídrico, tanto en explotaciones agrarias como en empresas y ciudades. Por lo tanto, integrar la reutilización del agua en nuestras vidas y operaciones cotidianas puede ayudar a facilitar la gestión circular del agua y la independencia del agua dulce, al tiempo que aumenta nuestra resistencia al cambio climático. La sensibilización es esencial para informar al público en general y a las partes interesadas sobre los beneficios de la reutilización del agua, así como de los sistemas de riego y drenaje sostenible.